sábado, 18 de diciembre de 2010

A una mujer



Si fueras tú la luz, serias cometa,
si fueras una flor, serias la rosa
si pudieras volar la mariposa
o tal vez, por cruel, serías saeta.


También eres la musa del poeta,
enigma intemporal donde reposa
la clave universal, donde se posa
en cábala el arcano del profeta.


Puedes ser todo y me diste la vida.
Tras amarte quedó solo un vacío
amargo, cruel, rebelde y homicida.


Ausente tu, vivo el escalofrío
del estertor causado por la herida
abierta en la que sangra el amor mío.

                                                                        José Francisco

1 comentario: